Aprender del dolor

AprenderLa vida puede verse como la suma de experiencias que atravesamos a lo largo de nuestra existencia. Las alegrías y el sufrimiento son parte del recorrido.

Seguramente puede resultar más agradable andar por el camino de la felicidad, pero no se puede desconocer el otro lado de la moneda.

Aprender del dolor no es lo mismo que aprender a sufrir. Todo lo contrario, significa asimilar la lección que nos deja el sufrimiento, para que la próxima vez no se vuelva a producir o, al menos, nos encuentre mejor preparados.

Encarar una vida en positivo nos ayuda a ser más felices, pero hasta en el más maravilloso de los mundos existe el dolor. Y eso es lo que debemos comprender, los mensajes que nos brindan las experiencias que nos son agradables. Las marcas del dolor son parte de la vida y saber leer sus enseñanzas es lo que debemos aprender.

Los momentos felices nos dejan llenos de alegría y bienestar, pero aquellos pasajes donde las cosas no salen bien ofrecen enseñanzas que debemos aprovechar, ya que de lo contrario el sufrimiento habrá sido en vano. Y esto también puede verse como un pensamiento positivo, ya que aprender del dolor puede resultar la mejor forma de sacar algo bueno de un momento que ha sido negativo.

Llevando estos pensamientos a la vida de pareja, se puede decir que aprender de una ruptura amorosa es la mejor forma de ganar experiencia en el amor. Aunque cada relación puede manifestarse de un modo distinto, cada una de las cosas que aprendimos antes de llegar al lugar donde estamos, son las que nos ayudan a decidir y a actuar de una manera determinada. Las experiencias que atravesamos a lo largo de nuestra vida, son el mejor manual que podemos conseguir, las lágrimas y las risas contienen la tinta que llenan sus hojas y las que nos enseñan a seguir.

La fotografía que se incluye junto al texto de esta entrada pertenece a la galería de HShapiro y es compartida bajo licencia Creative Commons.

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Tienes toda la razón... Yo he tenido mis malos momentos, y mis malas épocas... pero, ¿qué sería de nosotros sin ellos?
Damián ha dicho que…
Claro que sí, todos tenemos nuestros momentos buenos y también de los otros.

Pero eso somos. Lo bueno y lo malo. Es parte de nosotros.

Te mando un gran beso. Gracias por dejar tu comentario.