El amor en los tiempos del Blog

New MoonEl paso del tiempo, el cambio en las modas, la evolución de la tecnología, son sólo algunas de las cosas que han transformado al amor en algo diferente a lo que solía ser ¿o no?

¿Es igual el amor entre Romeo y Julieta, que William Shakespeare retrató a fines del siglo XVI que el que viven las parejas enlazadas por Internet?

¿Acaso Shakespeare pudo siquiera imaginar lo que sería el amor en los tiempos del Blog, una palabras que ni siquiera tenía sentido en su época?

Todo cambia. No son iguales las historias góticas contadas por Bram Stoker a fines del siglo XIX, que el amor vampiro profesado entre Edward y Bella, en las novelas de Stephenie Meyer, que son un éxito en pleno siglo XXI. Un suceso que se multiplica en la era del Blog, donde millones de fans comparten su devoción por esta historia de un amor que atrapa a multitudes

Claro está que no solamente las diferencias están en las historias, ya que las vidas de ambos autores resultan bastante distintas.

Aunque probablemente las diferencias de la visión romántica del mundo que nos han regalado Stoker y Meyer, radique en sus vivencias, también hay detalles de su vida que muestran historias completamente distintas. Mientras que Bram Stoker falleció en una pensión, sin saber que su creación se convertiría en un icono de la literatura gótica, Stephenie Meyer es una autora que recauda millones por sus libros y por las adaptaciones cinematográficas de sus obras.

Más allá de esto, está claro que Meyer ha adaptado el prototipo del vampiro al mundo actual. Lo ha modernizado, le ha dado un toque humano, lo puede mostrar como un adolescente enamorado, pero también puede retratarlo como un feroz cazador.

Esta adaptación, tiene mucho más que ver con los tiempos que corren. Y es así como el modelo literario del vampiro ha evolucionado hasta llegar al siglo XXI, también el amor va cambiando su forma, pero no su esencia, para seguir siendo una pieza fundamental en la vida de todos, aún hoy, en los tiempos del Blog.

La fotografía que ilustra este texto pertenece a la película New Moon.

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