“El alma tiene ilusiones, como el pájaro alas. Eso es lo que la sostiene.”
Victor Hugo
Nunca imaginé sentir un amor tan intenso que me hiciera pensar en volver. Jamás había experimentado en un cuerpo una sensación tan fuerte como aquella que viví en el instante imborrable que justificó toda mi existencia.
La paz de este lugar me hace sentir que estoy en el cenit, abrazado por ángeles alados que me acarician y me hacen sentir amado. Pero esa emoción imperturbable no es nada si no estás junto a mí. No puede existir una sensación de plena felicidad sin tu presencia.
Podrán pasar miles de años, pudrirse millones de cuerpos y estallar todas las estrellas del universo, pero juro por lo más sagrado de la esencia que me ha dado la existencia que te buscaré en cada reencarnación y cuando te encuentre seremos tan felices como en aquel momento en que fuiste mía en otra vida.
Es muy extraño el placer de sentir como vibra la eternidad en mi ser y, al mismo tiempo, saber que no estás. Aunque si lo pienso mejor, quizás ese sea el plan. El anzuelo perfecto que nos hace regresar siempre al lugar del que decidimos partir una y otra vez.
La fotografía que se incluye junto al texto de esta entrada pertenece a la galería de Krystn Palmer Photography y es compartida bajo licencia Creative Commons.
Comentarios
Un abrazo.
Gracias por leer el relato y dejarme tu comentario.
Me alegra muchísimo que te haya gustado.
¡Te mando un beso enorme!